viernes, 19 de septiembre de 2008
viernes, 12 de septiembre de 2008
Almafuerte
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
Diarios de la modernidad
Quise ser (pasado)
Alguien más
domingo, 27 de julio de 2008
Com pa rar
miércoles, 9 de julio de 2008
Lo mismo mismo mismo
Tu
Boca calle
Siempre lo mismo mismo
Y siempre amándote queriendo
Lejos, frío, allá
Y yo
Acá
Extraño, extraño.
Te
No, es decir, no
Debo te tanto
Y nada que hacer con la nada
Que no vuelve ya
Y vos fumas tu vida mismo
Misma nada
Misma, siempre
Misma yo así acá
Te extraño, extraño.
sábado, 28 de junio de 2008
SOL denoche
Y todos nosotros, como tontos, frunciendo las cejas.
jueves, 26 de junio de 2008
Griselda
Supongamos que hubiese nacido en un hospital, cuando su madre decidía abandonarla por lo menos se hubiese quedado en un lugar más ameno y donde alguien podría haberla querido para adopción.
Pero en un geriátrico no, allí toda la gente es mayor y no quiere tener más hijos, la mayoría ya los tuvo en su juventud y pasar por eso de los pañales otra vez no era una experiencia tan grata.
Es así como Griselda se crió con las enfermeras de turno, sin una en especial, se complementaban para alimentarla, bañarla y cuidarla, pero nunca nadie paso más de 5 horas (eso duraban los turnos) con ella. Mientras crecía, ya pasaba desapercibida en el geriátrico, las jóvenes enfermeras ya no la encontraban tierna y se limitaban a saludarla en los pasillos. Griselda se pasaba el día hablando con las viejecitas seniles, que le contaban historias de la guerra, de la dictadura y cosas igual o más crueles.
Pero claro que no podía vivir toda su vida allí, por eso cuando cumplió 15 años se fue del geriátrico a buscar otro lugar donde vivir. Para esa altura su abuela ya había muerto y jamás se había enterado que Griselda era su nieta.
Ella emprendió su partida y se instaló en una pensión en la avenida La Plata, allí trabajaba de día para pagar su comida y estadía. Como no se había criado en un hogar convencional, no sabía del todo cómo tratar a la gente y muchas veces lo hacía de mala manera, o contestando maleducadamente: Maleducadamente no es término que corresponde, porque después de todo ella no tuvo educación, más bien la manera adecuada de llamarla sería sineducadamente.
De muchas pensiones la echaron hasta que terminó viviendo en una casa abandonada cerca de la Autopista 25 de Mayo. Como nadie le daba trabajo, robaba semillas, las plantaba en su precario jardín y comía el resultado. La ropa que llevaba era toda la que le había regalado las abuelas cuando partían, por esta razón era anticuada y por lo general negra. Con el jabón que también robaba, lavaba la ropa pero sólo una vez por mes, y si no había jabón ni siquiera se dignaba a enjuagarla. Tenía toallas viejas que usaba para bañarse ella misma, pero repito, si no había jabón, no había baño de ningún tipo. En su tiempo libre, es decir, la mayoría de su tiempo, se conformaba con peinar a los gatos que se metían en su casa por la puerta delantera, o por el techo de la casa de al lado.
Es fácil imaginarse los olores que transmitía esa casa, así también como es fácil imaginar la suciedad o el aspecto de alguien que no se baña, que no se lava los dientes ni el pelo, que come solamente verduras crudas y que vive en la misma miseria.
Entonces, es fácil también, entender porqué los vecinos no tienen cariño hacía Griselda. Sin trabajo y sin nada que hacer, Griselda se dedicaba a probarse zapatos en las zapaterías de la zona, todos los talles, colores y modelos, jamás compraba alguno, y esto siempre terminaba por molestar a las vendedoras que trataban de no taparse la nariz cuando Griselda entraba al local.
Vestida de negro, con pelo ondulado (no tenía rulos pero tampoco era el pelo lacio que se acostumbraba en Boedo), sus dientes sucios y su voz ronca, Griselda se ganó el odio de todo el barrio. Cuando salía a pasear, se murmuraba a su alrededor, la gente se apartaba, le gritaban y hasta una vez un chico le tiró desde una terraza un balde de agua fría para comprobar si era o no una bruja, en el caso de serlo, se derretiría: pero todo concluyó con una sonrisa de parte de Griselda quien hubiese agradecido el agua fresca si no fuera por el simple hecho de que jamás nadie le enseñó a decir gracias.
Cuando los quiosqueros se sentaban a leer el diario en la puerta del quiosco, esos días de verano donde nadie compra nada a la hora de la siesta, ella se paraba a un costadito e intentaba aprender alguna palabra de los encabezados que oscilaban entre mentiras políticas y asuntos policiales. Debo admitir que este método, aunque no gustaba mucho a los quiosqueros, le funcionaba muy bien a ella, porque así aprendió a escribir palabras como: Gobierno, Robo, Banco, Asesinato, Democracia y Corrupción. Griselda jamás había dicho te amo, jamás se había sentado en una mesa a comer educadamente con la familia y jamás había tratado el incansable tema del clima en una conversación.
Así que murió sola, murió de vieja, en su casa, acostada junto a su gatito favorito, Germén, a quien había nombrado tras una vez leer en el diario las condiciones de los hospitales públicos.
TÚ ME QUIERES BLANCA (Alfonsina Storni)
me quieres de espumas,me quieres de nácar.
Que sea azucenasobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.
Ni un rayo de lunafiltrado me haya.
Ni una margaritase diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todaslas copas a mano,
de frutos y mieleslos labios morados.
Tú que en el banquetecubierto de pámpanos
dejaste las carnesfestejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intactono sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
-Dios te lo perdone-,
me pretendes casta-
Dios te lo perdone-,
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y llévate al alba.
Y cuando las carneste sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el almaque por las alcobas
se quedó enredada,entonces,
buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.
sábado, 21 de junio de 2008
1
"El surrealismo soy yo"

En 1929 se sumergió en el surrealismo tras su colaboración con Luis Buñuel en Un perro andaluz (Un chien andalou).
Contribuyó a revitalizar este movimiento con sus novedosas invenciones, basadas en ideas freudianas.
Las doce de la noche

Almendra. Luis Alberto Spinetta
Muchacha ojos de papel, ¿adónde vas? Quédate hasta el alba. Muchacha pequeños pies, no corras más. Quédate hasta el alba. Sueña un sueño despacito entre mis manoshasta que por la ventana suba el sol. Muchacha piel de rayón, no corras más. Tu tiempo es hoy. Y no hables más, muchachacorazón de tiza. Cuando todo duermate robare un color. Muchacha voz de gorrión, ¿adonde vas? Quédate hasta el día. Muchacha pechos de miel, no corras más. Quedate hasta el día. Duerme un poco y yo entretanto construiréun castillo con tu vientre hasta que el sol, muchacha, te haga reírhasta llorar, hasta llorar. Y no hables más, muchachacorazón de tiza. Cuando todo duermate robare un color.
sábado, 5 de abril de 2008
para él, para mí
lunes, 24 de marzo de 2008
ESMUNSI ILUSTRADO. Tomo 1
Aquella esquina de aquella calle de aquel barrio porteño, con sus gentes acaloradas, sus idas y venidas, sus corridas y sus gritos, su frenezí matutino y ya bien establecido, su eterna soledad a pesar de estar enteramente poblado de individuos alterados fue el escenario perfecto para que ella, con toda la brutalidad y violencia que su delgado cuerpo le permitió apoyara su pie derecho sobre el piso generando un estruendoso ruido-señal de rebeldía-en el momento justo en el que todos sus dedos, contenidos adentro del zapato chocaran con todo el asfalto, contenido adentro de la esquina, adentro de la calle , adentro de aquel barrio porteño, con sus gentes acaloradas, sus idas y venidas, sus corridas y sus gritos, su frenezí matutino y ya bien establecido, su eterna soledad a pesar de estar enteramente poblado de individuos alterados y claramente una pequeña y revolucionaria esmunsi que bajo la forma de una magu rompió con todas las reglas preestablecidas de ese circo de la modernidad y se dedicó a permanecer quieta, muy quieta hasta que alguien notara lo mismo que ella, que todo estaba mal, que la gente estaba equivocada, que todo estaba equivocado y que la gente estaba mal. Fue entonces que el sol pareció darse cuenta, porque se fue de repente y se hizo de noche. Y aquella pequeña esmunsi solitaria emprendió su caminata hasta su casa. Porque claro, allá es bien bravo de noche, che, che.
Cómo reconocer a una esmunsi: Es difícil, suele tomar la apariencia física de una persona común y corriente. ¡Pero no desespere! Basta con escucharla hablar, y entenderá de una vez y para siempre que ella es especial, que ella es capaz de largar al aire frases que lo dejarán pensando por días, que lo que ella ve los demás lo escuchan, que lo que ella siente los demás lo niegan. Siempre tan en contra de las convenciones sociales, pero luchando como pueda-y en la medida que se anime- por una sociedad mejor. Sutiles contradicciones de una especie que dará que hablar.
Del grotesco enfrentamiento de una esmunsi con los malvados spots publicitarios de la calle Corrientes, a las 21:45 de una noche de invierno, con una bufanda verde de por medio: ¡Con un pelo saludable todo es posible!, primer ataque de la Maquinaria Publicitaria, dirigida contra las mujeres que piensan, las mujeres profesionales, las mujeres que se esfuerzan, las mujeres presidentas, las mujeres doctoras, las mujeres honradas, las mujeres que no les basta con tener un pelo brillante y sedoso con sensación de seda de gusano para lograr sus sueños. Claramente la Maquinaria Publicitaria conocía las debilidades de una esmunsi tan pequeña y tan bonita. Porque claro, recordemos, se trata de una esmunsi hembra. Resultado parcial del encuentro: notoria sensación de nauseas provenientes del estómago de magu. Contraataque esmunsi: “estoy pensando hacerme rastas como Sooz”. Segundo encuentro: Motorola V8 RAZR. Más afilado que nunca. (El golpe proviene de la imagen de fondo, en el cual una super hembra humana lucha contra un super macho humano para ver quien logra –celular en mano- desvestir más rápido a su super contrincante) Pensamiento lineal de Magu, Ilustrado: Sexo, Violencia, Libertinaje, Estandares de belleza inalcanzables, super hembra, super macho, super sexo, super ropa, super celular, super necesidad que no necesito, super necesidad de mandar un mensaje a algun super macho, super necesidad de vomitar. Probando probando, un dos tres, camino libre para el vómito. De esa forma concluye este enfrentamiento, con una esmunsi más liviana, desprovista de concepto de dignidad social y de jugo pancreático.
Qué hacer si logra amaestrar a un esmunsi: si logra que un esmunsi le regale una parcela de su corazón (son animales de gran corazón) comprenderá que en sus manos tiene a una de las especies animales más frágiles que puede existir. Deberá cuidarla con celo, deberá quererla con esmero, ya sea a través de un teclado, de un cable, de un monitor, o por los medios que usted disponga. Deberá comprender que por la naturaleza de poeta de los esmunsis, cualquier cosa los puede dañar. Son extremadamente frágiles, debido a estar compuestos en iguales medidas de Aire, Ideales, Arte y Conciencia Social. Vaya mezcla etérea. Vaya criaturita de Dios.
De un lado, al otro, de un lado, al otro, de un lado, al otro. Enjuagar. Procedimiento de lavado dental terminado. Esmunsi lista para irse a dormir.
1:25AM: Podemos observar a nuestra esmunsi cuasi magu buscando un vaso con agua.
2:12AM: Magu se rasca la nariz de esa forma en la que siempre imaginé que ella lo haría.
3:55AM Magu es trasladada a un lugar donde ella nunca antes había estado. Esto de estar soñando es algo realmente muy extraño. El sitio donde se encuentra se puede explicar como una enorme plaza muy verde, con mucha gente, pero no acalorada, sin idas y venidas, sin corridas y gritos, sin frenesís matutinos bien establecidos ni que ocho cuartos, sin eterna soledad a pesar de estar enteramente poblada. Una hermosa plaza con un gigante cartel de focos de colores que dice PLAZA INDEPENDENCIA. INDEPENDENCE SQUARE. Magu se sienta sobre un banco que al parecer la está invitando a sentarse, ya que el banco es grande y ya hay otra persona sentada en uno de los extremos que a los gritos dice “MAGU MAGU VENI”. Sutilezas del destino. No tuvieron que decir nada más. Lo supieron desde ese mismo momento en el que los dos soñaron simultáneamente el mismo sueño, el mismo lugar. Cuando dos esmunsis se juntan suceden cosas extrañas. De pronto Magu despierta, muy sobresaltada, algo extraño está sucediendo alrededor. Mira por una ventana que no es su ventana, corre las sábanas de una cama que no es su cama. Al oeste las montañas, el Aconcagua, los árboles verdes, nada de edificios, un esmunsi que le trae un café (porque a la esmunsi de esta historia le gusta el café), un apretón de manos, un beso, un abrazo, un “por fin”, un amigo para siempre, una amiga para siempre. Dos esmunsis encontrados en algo que podría bien ser un sueño o algo real. Sinceramente a ninguno de los dos les importa, ni lo quieren comprender. Estos esmunsis llegan a ser criaturas incomprensibles, y eso los hace lo que son.
Gracias,esmun.
Tia explicada o no. (julio cortázar)
popurrí de nada
Odio personificar la historia deprimente que repite la gente por pena. Odio ser mi propia historia de desamor constante. Y quizás, estoy, de hecho, pidiendo demasiado, sólo que a todos parece no costarle y ahí pienso que mi pedido es sólo normal.
¡Quiero ser quien quiero!
domingo, 23 de marzo de 2008
Poema
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma,
que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua,
y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres,
ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma,
el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.
De mi amado Julio Cortázar
viernes, 21 de marzo de 2008

Me cuesta creerlo: soy una estudiante universitaria.
Y peor me siento cuando me doy cuenta que mis sentimientos frente a este gran cambio son figurita repetida, ¿cuántos somos los que nos sentimos así? ¿cuántos hay que se sientieron así? y ¿cuántos vendrán que inexorablemente se van a sentir así?
Creo que son pocos, o casi nadie, los que pueden afrontar el cambio sin preguntarse dónde se fue el tiempo que paso o a caso, cómo fue que paso tan rápido. Porque estar empezando la facultad es un hecho muy normal, (por suerte hoy en día somos muchos los afortunados, aunque sigue habiendo una gran cantidad de chicos que ni siquiera terminaron la primaria, ya estamos acostumbrados a escucharlo por el ambiente socioeconómico que nos rodea y nos entrega la ventaja de poder estudiar) pero creo que hacerlo nos remite a miles de preguntas todas relacionadas con la magnitud del tiempo. Es que hace unos años mis padres se asombraban a verme empezar la secundaria, pero que yo sea la que no puede creer mi realidad, me asusta mucho más.
En cambio no sé si le tengo tanto miedo a la facultad en sí, más bien es la incertidumbre de meterme en un ambiente totalmente desconcido, pero que en fín, anehelé durante mucho tiempo. Me siento más libre, más grande y eso es bueno, entonces ¿porqué las repentinas ganas de querer meterme en la cama y no salir más?
No es por la facultad o por tener que estudiar: es porque veo mi vida escurrirse en el tiempo que pasó.
Sé muy bien que amo mi carrera, o sé que la voy a amar, es lo que siempre me gustó y quize hacer, entonces el viernes 28 de marzo me siento en algún banco de la sede Drago en la capital federal, en Buenos Aires, en Argentina y empiezo este largo camino por ser quien yo quiero ser: formarmándome, viviviendo, conociendo, para SER.
Suerte, María Agustina.
Te la deseo más que nadie, yo, tu ingenuidad personalizada en este texto.
jueves, 20 de marzo de 2008
Viaje Finido
¿Qué hace tu lengua, de llamarme, larga?
¿Qué hacen tus manos largas de tendersehasta mis llamas?
¿Qué hace tu sombra larga tras mi sombra?
¿Por qué rondas mi casa?
En el beso de ayer hice mi viaje.
Conozco tu alma.
¿Para qué más?
He terminado el viaje.
Tus catacumbas inundadas de aguasmuertas,
oscuras, cenagosas, fueroncon mis manos palpadas.
Tus manos ni se acerquen a las mías,
apártame tus ojos, tus palabras...
los mohos de tus zócalos secaron
raíces de mis plantas.
Odio tus ojos largos.
Odio tus manos largas.
Odio tus catacumbas
llenas de agua.