Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,me quieres de nácar.
Que sea azucenasobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.
Ni un rayo de lunafiltrado me haya.
Ni una margaritase diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todaslas copas a mano,
de frutos y mieleslos labios morados.
Tú que en el banquetecubierto de pámpanos
dejaste las carnesfestejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intactono sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
-Dios te lo perdone-,
me pretendes casta-
Dios te lo perdone-,
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y llévate al alba.
Y cuando las carneste sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el almaque por las alcobas
se quedó enredada,entonces,
buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.
jueves, 26 de junio de 2008
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