lunes, 24 de marzo de 2008

ESMUNSI ILUSTRADO. Tomo 1

Jugueteando con las letras y oraciones, creando palabras imaginarias para los amigos lejanos, cuando el amanecer la sorprendió mientras estaba rumiando la palabra “esmunsi”. Lejos de sentir alivio o alegría por el despertar de un nuevo día, la invadió un sentimiento de culpabilidad. “No puede ser que el mundo esté cayéndose a pedazos y yo desperdiciando mi noche pensando palabras extrañas, realmente me comporto como una verdadera esmunsi”. Y no se habló más del tema, pero claro, no es cuestión.

Aquella esquina de aquella calle de aquel barrio porteño, con sus gentes acaloradas, sus idas y venidas, sus corridas y sus gritos, su frenezí matutino y ya bien establecido, su eterna soledad a pesar de estar enteramente poblado de individuos alterados fue el escenario perfecto para que ella, con toda la brutalidad y violencia que su delgado cuerpo le permitió apoyara su pie derecho sobre el piso generando un estruendoso ruido-señal de rebeldía-en el momento justo en el que todos sus dedos, contenidos adentro del zapato chocaran con todo el asfalto, contenido adentro de la esquina, adentro de la calle , adentro de aquel barrio porteño, con sus gentes acaloradas, sus idas y venidas, sus corridas y sus gritos, su frenezí matutino y ya bien establecido, su eterna soledad a pesar de estar enteramente poblado de individuos alterados y claramente una pequeña y revolucionaria esmunsi que bajo la forma de una magu rompió con todas las reglas preestablecidas de ese circo de la modernidad y se dedicó a permanecer quieta, muy quieta hasta que alguien notara lo mismo que ella, que todo estaba mal, que la gente estaba equivocada, que todo estaba equivocado y que la gente estaba mal. Fue entonces que el sol pareció darse cuenta, porque se fue de repente y se hizo de noche. Y aquella pequeña esmunsi solitaria emprendió su caminata hasta su casa. Porque claro, allá es bien bravo de noche, che, che.

Cómo reconocer a una esmunsi: Es difícil, suele tomar la apariencia física de una persona común y corriente. ¡Pero no desespere! Basta con escucharla hablar, y entenderá de una vez y para siempre que ella es especial, que ella es capaz de largar al aire frases que lo dejarán pensando por días, que lo que ella ve los demás lo escuchan, que lo que ella siente los demás lo niegan. Siempre tan en contra de las convenciones sociales, pero luchando como pueda-y en la medida que se anime- por una sociedad mejor. Sutiles contradicciones de una especie que dará que hablar.

Del grotesco enfrentamiento de una esmunsi con los malvados spots publicitarios de la calle Corrientes, a las 21:45 de una noche de invierno, con una bufanda verde de por medio: ¡Con un pelo saludable todo es posible!, primer ataque de la Maquinaria Publicitaria, dirigida contra las mujeres que piensan, las mujeres profesionales, las mujeres que se esfuerzan, las mujeres presidentas, las mujeres doctoras, las mujeres honradas, las mujeres que no les basta con tener un pelo brillante y sedoso con sensación de seda de gusano para lograr sus sueños. Claramente la Maquinaria Publicitaria conocía las debilidades de una esmunsi tan pequeña y tan bonita. Porque claro, recordemos, se trata de una esmunsi hembra. Resultado parcial del encuentro: notoria sensación de nauseas provenientes del estómago de magu. Contraataque esmunsi: “estoy pensando hacerme rastas como Sooz”. Segundo encuentro: Motorola V8 RAZR. Más afilado que nunca. (El golpe proviene de la imagen de fondo, en el cual una super hembra humana lucha contra un super macho humano para ver quien logra –celular en mano- desvestir más rápido a su super contrincante) Pensamiento lineal de Magu, Ilustrado: Sexo, Violencia, Libertinaje, Estandares de belleza inalcanzables, super hembra, super macho, super sexo, super ropa, super celular, super necesidad que no necesito, super necesidad de mandar un mensaje a algun super macho, super necesidad de vomitar. Probando probando, un dos tres, camino libre para el vómito. De esa forma concluye este enfrentamiento, con una esmunsi más liviana, desprovista de concepto de dignidad social y de jugo pancreático.

Qué hacer si logra amaestrar a un esmunsi: si logra que un esmunsi le regale una parcela de su corazón (son animales de gran corazón) comprenderá que en sus manos tiene a una de las especies animales más frágiles que puede existir. Deberá cuidarla con celo, deberá quererla con esmero, ya sea a través de un teclado, de un cable, de un monitor, o por los medios que usted disponga. Deberá comprender que por la naturaleza de poeta de los esmunsis, cualquier cosa los puede dañar. Son extremadamente frágiles, debido a estar compuestos en iguales medidas de Aire, Ideales, Arte y Conciencia Social. Vaya mezcla etérea. Vaya criaturita de Dios.

De un lado, al otro, de un lado, al otro, de un lado, al otro. Enjuagar. Procedimiento de lavado dental terminado. Esmunsi lista para irse a dormir.

1:25AM: Podemos observar a nuestra esmunsi cuasi magu buscando un vaso con agua.
2:12AM: Magu se rasca la nariz de esa forma en la que siempre imaginé que ella lo haría.
3:55AM Magu es trasladada a un lugar donde ella nunca antes había estado. Esto de estar soñando es algo realmente muy extraño. El sitio donde se encuentra se puede explicar como una enorme plaza muy verde, con mucha gente, pero no acalorada, sin idas y venidas, sin corridas y gritos, sin frenesís matutinos bien establecidos ni que ocho cuartos, sin eterna soledad a pesar de estar enteramente poblada. Una hermosa plaza con un gigante cartel de focos de colores que dice PLAZA INDEPENDENCIA. INDEPENDENCE SQUARE. Magu se sienta sobre un banco que al parecer la está invitando a sentarse, ya que el banco es grande y ya hay otra persona sentada en uno de los extremos que a los gritos dice “MAGU MAGU VENI”. Sutilezas del destino. No tuvieron que decir nada más. Lo supieron desde ese mismo momento en el que los dos soñaron simultáneamente el mismo sueño, el mismo lugar. Cuando dos esmunsis se juntan suceden cosas extrañas. De pronto Magu despierta, muy sobresaltada, algo extraño está sucediendo alrededor. Mira por una ventana que no es su ventana, corre las sábanas de una cama que no es su cama. Al oeste las montañas, el Aconcagua, los árboles verdes, nada de edificios, un esmunsi que le trae un café (porque a la esmunsi de esta historia le gusta el café), un apretón de manos, un beso, un abrazo, un “por fin”, un amigo para siempre, una amiga para siempre. Dos esmunsis encontrados en algo que podría bien ser un sueño o algo real. Sinceramente a ninguno de los dos les importa, ni lo quieren comprender. Estos esmunsis llegan a ser criaturas incomprensibles, y eso los hace lo que son.




Gracias,esmun.
Y en cuanto las cosas se complican un poco, hay potenciales discusiones (aunque mínimas) o el ambiente no es tan ameno…se va. Y no vuelve (por las dudas).
Quien quiera leer, que lea.
Quien no, allá él.

Tia explicada o no. (julio cortázar)

Quien más quien menos, mis cuatro primos carnales se dedican a la filosofía. Leen libros, discuten entre ellos y son admirados a distancia por el resto de la familia, fiel al principio de no meterse en las preferencias ajenas e incluso favorecerlas en la medida de lo posible. Estos muchachos, que me merecen gran respeto, se plantearon más de una vez el problema del miedo de mi tía, llegando a conclusiones oscuras pero tal vez atendibles. Como suele ocurrir en casos parecidos, mi tía era la menos enterada de estos cabildeos, pero desde esa época la deferencia de la familia se acentuó todavía más. Durante años hemos acompañado a tía en sus titubeantes expediciones de la sala al antepatio, del dormitorio al cuarto de baño, de la cocina a la alacena. Nunca nos pareció fuera de lugar que se acostara de lado, y que durante la noche observara la inmovilidad más absoluta, los días pares del lado derecho y los impares del izquierdo. En las sillas del comedor y del patio, tía se instala muy erguida; por nada aceptaría la comodidad de una mecedora o de un sillón Morris. La noche del Sputnik la familia se tiró al suelo en el patio para observar el satélite, pero tía permaneció sentada y al día siguiente tuvo una tortícolis horrenda. Poco a poco nos fuimos convenciendo, y hoy estamos resignados. Nos ayudan nuestros primos carnales, que aluden a la cuestión con miradas de inteligencia y dicen cosas tales como: «Tiene razón». ¿Pero por qué? No lo sabemos, y ellos no quieren explicarnos. Para mí, por ejemplo, estar de espaldas me parece comodísimo. Todo el cuerpo se apoya en el colchón o en las baldosas del patio, uno siente los talones, las pantorrillas, los muslos, las nalgas, el lomo, las paletas, los brazos y la nuca que se reparten el peso del cuerpo y lo difunden, por decir así, en el suelo, lo acercan tan bien y tan naturalmente a esa superficie que nos atrae verazmente y parecería querer tragarnos. Es curioso que a mí estar de espaldas me resulte la posición más natural, y a veces sospecho que mi tía le tiene horror por eso. Yo la encuentro perfecta, y creo que en el fondo es la más cómoda. Sí, he dicho bien: en el fondo, bien en el fondo, de espaldas. Hasta me da un poco de miedo, algo que no consigo explicar. Cómo me gustaría ser como ella, y cómo no puedo.

popurrí de nada

Me veo reflejada en el fracaso de otra gente y me respondo amenudo que no tengo porque ser yo quien termine de esa manera, tan agotada, tan perdida. Pero inexorablemente soy esas personas: todas. Soy su mirada vacía, sus almas sin amor.
Odio personificar la historia deprimente que repite la gente por pena. Odio ser mi propia historia de desamor constante. Y quizás, estoy, de hecho, pidiendo demasiado, sólo que a todos parece no costarle y ahí pienso que mi pedido es sólo normal.
¡Quiero ser quien quiero!

domingo, 23 de marzo de 2008

Poema

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.

No quiero que tengas una forma,
que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua,
y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.

Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres,
ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma,
el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo.

Además te quiero, y hace tiempo y frío.

De mi amado Julio Cortázar

viernes, 21 de marzo de 2008



Me cuesta creerlo: soy una estudiante universitaria.
Y peor me siento cuando me doy cuenta que mis sentimientos frente a este gran cambio son figurita repetida, ¿cuántos somos los que nos sentimos así? ¿cuántos hay que se sientieron así? y ¿cuántos vendrán que inexorablemente se van a sentir así?
Creo que son pocos, o casi nadie, los que pueden afrontar el cambio sin preguntarse dónde se fue el tiempo que paso o a caso, cómo fue que paso tan rápido. Porque estar empezando la facultad es un hecho muy normal, (por suerte hoy en día somos muchos los afortunados, aunque sigue habiendo una gran cantidad de chicos que ni siquiera terminaron la primaria, ya estamos acostumbrados a escucharlo por el ambiente socioeconómico que nos rodea y nos entrega la ventaja de poder estudiar) pero creo que hacerlo nos remite a miles de preguntas todas relacionadas con la magnitud del tiempo. Es que hace unos años mis padres se asombraban a verme empezar la secundaria, pero que yo sea la que no puede creer mi realidad, me asusta mucho más.
En cambio no sé si le tengo tanto miedo a la facultad en sí, más bien es la incertidumbre de meterme en un ambiente totalmente desconcido, pero que en fín, anehelé durante mucho tiempo. Me siento más libre, más grande y eso es bueno, entonces ¿porqué las repentinas ganas de querer meterme en la cama y no salir más?
No es por la facultad o por tener que estudiar: es porque veo mi vida escurrirse en el tiempo que pasó.
Sé muy bien que amo mi carrera, o sé que la voy a amar, es lo que siempre me gustó y quize hacer, entonces el viernes 28 de marzo me siento en algún banco de la sede Drago en la capital federal, en Buenos Aires, en Argentina y empiezo este largo camino por ser quien yo quiero ser: formarmándome, viviviendo, conociendo, para SER.

Suerte, María Agustina.
Te la deseo más que nadie, yo, tu ingenuidad personalizada en este texto.

jueves, 20 de marzo de 2008

Hoy

Escribo para mí, para mi teclado o mi hoja blanca lisa..

Viaje Finido

¿Qué hacen tus ojos largos de mirarme?
¿Qué hace tu lengua, de llamarme, larga?
¿Qué hacen tus manos largas de tendersehasta mis llamas?

¿Qué hace tu sombra larga tras mi sombra?
¿Por qué rondas mi casa?
En el beso de ayer hice mi viaje.
Conozco tu alma.

¿Para qué más?
He terminado el viaje.
Tus catacumbas inundadas de aguasmuertas,
oscuras, cenagosas, fueroncon mis manos palpadas.

Tus manos ni se acerquen a las mías,
apártame tus ojos, tus palabras...
los mohos de tus zócalos secaron
raíces de mis plantas.

Odio tus ojos largos.
Odio tus manos largas.
Odio tus catacumbas
llenas de agua.